El programa piloto registra hasta 1 millón de beneficiarios. Las huellas dactilares de los beneficiaros se comprueban para evitar registros duplicados gracias a un sistemas automáticos de identificación de huellas dactilares (AFIS). Se expide una tarjeta inteligente a cada beneficiario registrado en el programa, con sus datos y huellas dactilares. La tarjeta se utiliza para controlar los horarios y la presencia, cuando se presentan para los trabajos de este programa. Se abrieron cuentas bancarias para cada beneficiario y los pagos se realizan directamente en las cuentas para reducir el fraude y la circulación de efectivo.