Datos biométricos

Los datos biométricos son un tipo de datos que describen y clasifican características humanas mensurables. Este proceso recibe el nombre de biometría. Normalmente, los datos biométricos se capturan, almacenan y procesan en formato de plantillas de datos. Estas plantillas reciben el nombre de plantillas biométricas. Una plantilla biométrica (conjunto de características biométricas almacenadas) es un conjunto de características físicas o de comportamiento inherentes o adquiridas que se utilizan para reconocer a una persona. Para crear una plantilla, normalmente necesitamos convertir una muestra biométrica a la forma de representación binaria, que posteriormente se convierte en la plantilla. Estas representaciones también se conocen como vector de características biométricas.

Los datos biométricos incluyen información sobre las características físicas o de comportamiento únicas de una persona que pueden usarse para identificarla. A menudo se utiliza en entornos de seguridad como, por ejemplo, con fines de identificación y control de acceso.
Los datos biométricos pueden incluir información sobre la forma del rostro, huellas dactilares, iris (el área coloreada que rodea la pupila), voz, escritura y firma de una persona, entre otros. Los datos biométricos se utilizan frecuentemente para autenticar a los usuarios, por ejemplo, para asegurarse de que la persona que está accediendo a un sistema es quien dice ser. También se pueden utilizar en investigaciones forenses para ayudar a identificar sospechosos o víctimas de delitos. Por ejemplo, la evidencia de las huellas dactilares se puede utilizar para demostrar que alguien estuvo en el lugar de un crimen al identificar sus huellas en un objeto encontrado allí o al compararlas con las de una base de datos de huellas dactilares de criminales.

El RGPD, el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea, regula el modo en que las empresas recopilan información personal de los ciudadanos de la UE y lo que pueden hacer con ella. El reglamento entró en vigor el 25 de mayo de 2018 y tiene como objetivo proteger los derechos de las personas cuando empresas y organizaciones recopilan y usan sus datos personales.
Los datos biométricos son cada vez más importantes en el mundo de la gestión de datos y están sujetos a regulaciones como el RGPD. Los datos biométricos se definen como un proceso que identifica o reconoce características humanas mediante el escaneo de sus rasgos físicos o de comportamiento. Pueden incluir huellas dactilares, escaneos faciales, reconocimiento de voz, escaneos del iris, huellas palmares o geometría de la mano. Las preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad han aumentado a medida que los datos biométricos se hacen más comunes en la vida cotidiana. El uso de reconocimiento facial y biometría en general para la identificación y verificación personal es un tema de actualidad. En el documento técnico de Biometría y datos personales, analizamos cómo el reciente aumento de estas tecnologías ha afectado la forma de identificarnos y cómo gestionar nuestros datos biométricos y cumplir con el RGPD.

Los datos biométricos se pueden utilizar con fines de autenticación, pero también se utilizan para la identificación. La autenticación es el acto de demostrar que una persona es quien dice ser, por ejemplo, al proporcionar una contraseña o huella dactilar. La identificación se produce cuando demostramos que otra persona es quien dice ser (por ejemplo, comparando su huella dactilar con nuestra base de datos de huellas dactilares).
Existen dos formas principales de recopilar datos biométricos: pasiva y activa. Cuando los datos biométricos se recopilan de forma pasiva, el sujeto no tiene que hacer nada para que se recopile su información biométrica; simplemente sucede debido a alguna propiedad inherente del sujeto (como su voz o su rostro). Sin embargo, cuando los datos biométricos se recopilan de forma activa, tiene que haber algún tipo de interacción entre el sujeto y el dispositivo que recopilará esta información (como un escáner ocular).