El control de acceso es una técnica de seguridad que regula quién o qué puede ver o utilizar recursos en un entorno informático. Es un concepto fundamental en seguridad que minimiza el riesgo para un negocio u organización. Los sistemas pueden ser físicos o lógicos. Los sistemas físicos se utilizan para mantener la seguridad física de una zona, propiedad, edificio o habitación. Un sistema de control de accesos electrónico o personal, que utiliza ordenadores o credenciales como el PIN o los datos biométricos para facilitar el acceso, es el encargado de aplicar estos sistemas. Los sistemas lógicos se utilizan para gestionar las conexiones a archivos informáticos, datos o redes controladas por contraseñas, PIN o datos biométricos.
El caso de uso más típico de este sistema en las organizaciones es utilizarlo como clave. Sin embargo, esta es la forma más sencilla y una de las más problemáticas, ya que las claves se pueden perder, son difíciles de gestionar y duplicar y no mantienen registros.
Otra aplicación común es el sistema de tarjetas que, lamentablemente, también se pueden perder. Sin embargo, los sistemas de control de acceso basados en tarjetas pueden mantener registros, lo que facilita su seguimiento.
El sistema más seguro es el biométrico, basado en el reconocimiento facial y de huellas dactilares, que hoy en día es difícil de engañar dadas las avanzadas comprobaciones de seguridad realizadas por algoritmos como la detección de vida.
La biometría es uno de los tipos de sistemas de control de acceso más populares, ya que combina comodidad y seguridad. Utiliza sofisticados escáneres de identificación biométrica y cerraduras de puertas para reconocer características únicas de las partes del cuerpo. Las modalidades comunes incluyen:
– Rostro
– Huella dactilar
– Huella palmar
– Iris
Los sistemas biométricos cotejan plantillas escaneadas de modalidades biométricas con la plantilla biométrica almacenada en la base de datos biométrica. Si esas dos plantillas coinciden, se da acceso a la persona. Si no hay coincidencia, se le niega el acceso.
El principal beneficio de los sistemas biométricos es la seguridad. No podemos imitar los datos biológicos de otra persona, ya que es necesario que alguien esté registrado para pasar por el sistema de control de acceso. Otro beneficio es la comodidad. Siempre llevamos nuestras partes del cuerpo encima y no las podemos perder, olvidar ni revelar fácilmente.
Con el paso del tiempo, los sistemas de huellas dactilares han crecido rápidamente y ahora son uno de los más fiables del mundo.
Los sistemas de huellas dactilares necesitan un escáner de huellas dactilares para crear una plantilla de huellas dactilares de la persona escaneada y compararla con las plantillas almacenadas en la base de datos. Si estas plantillas coinciden, las personas tendrán acceso.
A continuación, resumimos los beneficios de los sistemas de control de acceso mediante huellas dactilares.
Identificación inherente: la huella dactilar es una parte estable del cuerpo
Patrones únicos: no hay dos huellas dactilares iguales
Mayor seguridad: los sistemas de control de acceso basados en las huellas dactilares son difíciles de engañar
Gran escalabilidad: inscribir a un nuevo usuario es rápido y sencillo
Comodidad para el usuario: solo necesita su dedo; ni tarjetas, claves, contraseñas o PIN
Precio bajo: es una de las formas más económicas de autenticar a un usuario
Las aplicaciones de los sistemas de control de acceso mediante reconocimiento facial están aumentando rápidamente, desde el simple desbloqueo de teléfonos inteligentes hasta la apertura de nuevas cuentas bancarias. El reconocimiento facial es ahora la modalidad biométrica de crecimiento más rápido.
Un sistema de control de acceso mediante reconocimiento facial suele ser un sistema de cerradura de puerta o torniquete que permite la entrada a una persona autorizada basándose en algoritmos de reconocimiento facial. Se utiliza para una entrada y control de acceso fluido y sin llave.
Los sistemas de reconocimiento facial son más seguros que los sistemas tradicionales como PIN, tarjetas o contraseñas, ya que no se pueden revelar ni perder fácilmente. Recientemente, la popularidad de los sistemas de reconocimiento facial ha aumentado para los casos de uso de control de acceso a edificios.
Cualquier sistema automatizado de reconocimiento facial coteja una muestra biométrica (foto, imagen o vídeo) con una base de datos biométrica. En términos generales, el proceso de reconocimiento facial consta de cuatro pasos fundamentales:
Detección de rostros: la cámara reconoce el rostro de un usuario.
Alineación de rostros: se recorta el rostro de una imagen.
Extracción de plantillas: se convierte la imagen en un código numérico.
Coincidencia de plantillas: se compara la plantilla facial con una base de datos de otros rostros.
Las redes neuronales convolucionales convierten cada patrón facial en un código numérico, que se expresa como un vector. Cuanto más cerca estén dos vectores, más probable será la coincidencia entre dos rostros.
Además del software de reconocimiento facial, los sistemas de reconocimiento facial también utilizan hardware específico, como cerraduras de puertas y cámaras.
En comparación con los sistemas más tradicionales, los sistemas basados en el reconocimiento facial ofrecen varias ventajas, como:
Acceso sin contacto
Proceso fluido
Mayor seguridad en comparación con los métodos tradicionales como PIN, contraseñas, tarjetas y claves, que pueden perderse o piratearse
Reconocimiento instantáneo
El reconocimiento facial es la última tecnología adoptada para la seguridad de acceso a puertas. Proporciona acceso a la puerta sin contacto para acelerar el proceso de autenticación en la puerta.
Cada individuo necesita una foto de su rostro para registrarse en el sistema de reconocimiento facial. Este sistema necesita una cámara para capturar el rostro de una persona. La inteligencia artificial (IA) se encarga de convertir los puntos faciales en cadenas y vectores y comparar a la persona inscrita con la capturada. Si esos vectores están cerca uno de otro, hay una coincidencia. A continuación, el sistema de control de acceso abre la puerta.
Se utilizan técnicas avanzadas para evitar falsificaciones, como la detección de vida, para garantizar que la puerta se abra solo para la persona realmente presente y no para una fotografía, una máscara 3D o un vídeo.
El reconocimiento facial funciona casi instantáneamente y tarda menos de un segundo en identificar a una persona. Por lo tanto, es adecuado para varios casos de uso como, por ejemplo, la entrada a edificios o estadios, o la seguridad en los aeropuertos. En comparación con los métodos de autorización tradicionales, el control de acceso mediante reconocimiento facial es el método más rápido y cómodo para los usuarios.